Desregular para Crecer

Hace algunos años, un ciudadano planeaba abrir un negocio en un centro comercial, para lo cual procedió a tramitar la patente en la municipalidad respectiva. Para su sorpresa, uno de los requisitos que le solicitaron fue un “estudio de uso de suelos”, a pesar de que el local ya estaba debidamente construido en un centro comercial en operación.

Lamentablemente, la experiencia de este ciudadano no es algo anecdótico. Es el pan de cada día de cientos de miles de costarricenses que han decidido emprender y generar riqueza. Recientemente el informe económico de la OCDE señaló que “Establecer una empresa en Costa Rica es significativamente más costoso y complicado que en los países de la OCDE y en países latinoamericanos similares”. En el apartado sobre “Empezar un negocio” del índice Doing Business del Banco Mundial, Costa Rica se encuentra en la posición 144 de 190 países.

La OCDE agrega que “Las grandes barreras de entrada se deben a una combinación de sistemas de licencias y permisos largos y costosos y cargas administrativas para las pequeñas empresas”. Las principales víctimas son las PYMES, ya que “Hacer frente a las regulaciones implica costos fijos, que son una carga mayor para las PYMEs que para las empresas grandes, ya que la facturación de las PYMEs es menor”. El resultado no es solo menos competencia y un mayor costo de vida para los costarricenses, sino también mayores niveles de informalidad y desempleo.

La reconstrucción de la economía costarricense tras la pandemia del Covid-19 requerirá de medidas que reduzcan drásticamente los costos al sector productivo nacional. Lamentablemente, la posibilidad de reducir impuestos –como lo están haciendo otros países– es limitada debido a la precarísima situación en que se encuentran las finanzas estatales.

Desregular la economía era necesario antes de la pandemia y después de esta será algo imperativo. Por eso, la Asociación de Consumidores Libres lanza el proyecto “Desregular para Crecer” en el cual invita a los costarricenses a identificar regulaciones absurdas con las que hayan lidiado –municipales y nacionales– de tal forma que se pueda elaborar un ranquin y someterlo a discusión de las autoridades respectivas para su modificación o derogación.

El país necesita un esfuerzo mayúsculo para volver a crecer y generar empleos y oportunidades. Este proyecto busca contribuir a la discusión nacional exponiendo las regulaciones más absurdas que asfixian el emprendimiento en el país.